13 febrero, 2012

UNA TARDE CON BELLINI .







Una tarde con Bellini 
( de Idelbrando Pizzetti)

Hace unas cinco o seis semanas, un domingo por la tarde, casi a la hora de cenar , cansado de haber trabajado todo el día , descontento  y sin ganas de hacer nada , no   quería escuchar música , ni menos aún noticias  o historias , pero así sin saber qué hacer se me ocurrió poner la radio:
"Ei tornera. Sì. Mia fidanza é posta in Adalgisa". Era Norma, desde un teatro italiano, no importa cuál. " Ei tornerà puntito, suplichevole, amante. Oh! a tal pensiero sparisce il nuvol nero che mi premea la fronte, e il cor 
m´arride  come del primo amore ai de felici". Un acorde de do mayor , claro sereno ; una modulación hacia el la menor en la que tímidamente palpita una fugaz ansia amorosa y después otra modulación , en fa mayor, que parece alargar y hacer más azul aquel primer horizonte.  He aquí que entra Clotilde diciendo a Norma que Pollione quería raptar a Adalgisa, y Norma presa de un súbito desdén hace sonar el escudo de Irminsul y llama a consulta a los druidas y sacerdotes , y anuncia la guerra.
La orquesta martillea a un ritmo casi de desfile , las trompetas  esquilan como por un ímpetu selvático y el coro irrumpe cortante en un himno de guerra  que a la vez que canto es grito de barbarie . Estupendo . De la menor - tónica y dominante- a do mayor , y después de nuevo a la menor y para terminar un acorde de la mayor , rojo, como la sangre y ardiente como brasas . 

Es traído a escena Pollione, y Norma permanece sola con él. "In mía mano alfil tu sei" , no tengo ante mí ninguna  primadona con  ningún tenor luchando con la batuta del director, no veo gestos falsos, irracionales o convencionales, veo , sí una escena (teatro, esto es una ficción más bella que la realidad ) pero el templo de Irminsul me parece real, y Norma y Pollione no serán aquellos que la fantasía de Bellini creó, pero son los que me hacen ver su música . 
"in mía man tu sei" , se diría que Norma corta, con las palabras de su tortura - entonada con esas notas, con ese ritmo- la carne, el corazón de su amante que la ha traicionado, y la melodía , con su dibujo, con su extensión , sus pausas frase tras frase , no sólo expresa la tortura  y el furor contenido sino que  representa  la cara  contraída por el dolor y los ojos oscuros que como relámpagos se posan sobre el hombre que la traicionado y ahora merodea entre las sombras insidiosas del templo .
Rapidamente el drama se precipita. Norma , amante traicionada, pero ella misma por amor traidora a una fe jurada , se denuncia y se condena . " Qual cor tradisti" como le dice a Pollione. Una de las más conmovedoras y bellas melodías que Bellini creó, que es como decir una de las más divinas melodías que existen. Y después la última confesión al padre " Son madre", y la última oración " Clotilde ha i figli miei… Tu li raccogli…", e " Deh! non volerli vittime…" Y apagué el interruptor para no escuchar nada más. No habría podido soportar la emoción , me habría puesto a llorar ¿ Era por estar demasiado cansado y por el cansancio demasiado débil?, no digo que no, es algo que yo mismo me digo para justificar ese acto de debilidad. Pero también , me pregunté enseguida, qué clase de música me habría obligado a tal acto de renuncia y a la vez de defensa , y  pensé   en la músicas  más bellas de entre los mejores y más grandes músicos. No la encontré. E incluso ahora con el corazón mas tranquilo y la mente más reposada , no sabría con certeza nombrar muchas.

Y en cambio, hay hoy músicos que  de  Norma o de la Sonammbula o de los Puritani dicen con aire de sufrimiento que es cosa muerta, y que querer representar todavía hoy estas óperas parece cada  vez una exhumación . Son estos mismos capaces por otra parte de gritar con  admirado entusiasmo ante una escuchimizada sonatina clavicembalistica settecentesca, los mismos que también   están siempre  preparados para inclinarse en adoración delante de cualquier madrigal del cinqueccento . 

la Italia de hoy reconoce como dignos de sí , de su veneración  y su amorosa gratitud  a todos aquellos artistas del pasado que siendo cada cual hijo de su tiempo y hablando la lengua propia de su tiempo , supieron sin embargo dar a sus óperas esos momentos de  humanidad esencial, esto es de verdadera y no perecedera belleza y bondad generosa y fecunda.

Esto es lo que hizo por gracia de Dios y para fortuna nuestra, Bellini, con aquellas de sus óperas que podemos decir que son verdaderamente grandes: Sonammbula, Norma, Puritani . Con esto digo , porque cosas bellas hay aquí y allá , también en sus otras óperas, pero meterlas a todas en el mismo saco, ponerlas al mismo nivel, Il Pirata al lado de la Norma, la Straniera o la Beatrice al lado de Puritani es como disminuir la grandeza de esas tres primeras. Y si yo digo esto, siendo un enamorado de Bellini, es porque no me gusta que se confundan sus óperas mayores con aquellas  que son algo menos grandes y bellas.