06 junio, 2008

Verdi, su estética; una cuestión de estilo.

No me cabe la menor duda de que Rodolfo Celletti ha sido el mejor intérprete de la estética verdiana, una reflexión que él ha sabido elevar a la categoría filosófica. Filosofía del estilo romántico de la interpretación y la vocalidad verdianas , que se contrapone a la estética realista , "verista", representado por autores como Leoncavallo y Mascagni. Sensibilidades antitéticas que tienen su reflejo en un modo particular de interpretar el canto y en un tipo de vocalidad.
A continuación veremos como Celletti nos explica en líneas magistrales las características vocales que se requieren para cantar a Verdi sin traicionar el sentido de su arte musical ,y la manera justa de interpretar los elementos dramáticos de su obra, tan alejados ambos del estilo verista.


"Cuando nombras Ernani, Trovador, Forza del destino y Aida, ¿ crees haber agotado todo Verdi, haber cubierto toda la gama de tenores verdianos? ¿o quieres sostener que el verdadero tenor verdiano es unicamente dramático? Yo pienso de manera muy distinta, En cuanto no considero ni siquiera dramática la parte de Alvaro y de Radames, aun más; mucho menos la de Ernani y Manrico. La presunta dramaticidad de estos personajes es fundamentalmente una concepción cómoda , difundida cuando las formas operísticas como el verismo y el drama musical introdujeron las voces oscuras, gruesas y duras y apartaron o intentaron apartar, aquella ductilidad clara y extensa creada por el melodrama romántico. El tenor dramático no es cosa nuestra, es cosa tedesca, que penetra en Verdi por los pelos sólo a causa de Otello. Toda la escritura vocal del verdadero Verdi , desde la línea melódica a los signos de expresión y la tesitura , sugiere un tipo tenoril, que lo dramático ,cuando se da , debe expresarlo más con el acento que con el volumen , más con un juego de claroscuros que con la fuerza bruta. Si acaso, en las partes de carácter tenso, incandescente, el tenor verdiano debe tener , como apoyo al acento ,la luminosidad, el brillo del timbre, el squillo en la zona alta, que tiene poco que ver con el volumen, en la gran mayoría de los casos suele estar muy ligado a un hecho técnico: a la emisión “in maschera”, de la cual el verismo y el drama musical han hecho una porquería. Bergonzi, en esto , es un caso anómalo. La emisión “in maschera” le ha dado , considerando el recorrido completo de su carrera, fluidez y limpieza, nitidez,en lo alto, pero un squillo limitado.Si hubiese tenido también la trompeta de plata, habría sido uno de los más grandes tenores de toda la historia del canto."

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