06 noviembre, 2008

LOS HUGONOTES QUE CANTÓ LAURI VOLPI







































"Cuando un cantante rinde este servicio a un compositor es algo más que un gran tenor o una grande soprano, se convierte casi en un segundo creador "

R. Celletti.

Es la presentación de un registro del año 1955, cuando el tenor Lauri Volpi contaba 63 años en su haber , viene firmada por Giorgio Gualerzi, quien no podía por menos que remitirse a su maestro y colaborador en tantas ocasiones , R Celletti, que siguió la representación  en directo y nos relató la experiencia apasionante de su escucha . La fotografía nos muestra a los Hugonotes de la  mítica función del año 33 en la Arena de Verona, de la que han quedado algunos documentos , como el vídeo subido a You Tube , en el que se puede ver y escuchar la frase final del acto IV . Fue ésta una actuación cumbre en la historia del personaje, y para darse cuenta  no hay más que escuchar  el zmorzando inicial y el slancio final  que son simplemente milagrosos.

VER VIDEO DE LA ARENA AÑO 33
"Cuando en la Primavera de 1955, se supo en el pequeño mundo del “cacareante” y “cacareado” ambiente del teatro lírico, que Lauri Volpi se disponía a grabar para la RAI nada menos que los Hugonotes, se recibió con sorpresa y por otro lado, con el natural escepticismo.
¿Cómo era posible que un tenor de casi 63 años, 36 de los cuales de carrera ( y qué carrera), aún tratándose del mismo Lauri Volpi, afrontase un papel de tan ardua dificultad como el Raul meyerberiano, y por lo tanto 22 años después de haberlo cantado por primera (y única) vez en la Arena de Verona?
Sin embargo no sólo fue posible, sino con brillantes resultados que los oyentes de hoy pueden felizmente encontrar en el disco, y que en aquel momento, en la emoción de una retransmisión radiofónica casi directa, resultaron de una fascinación maravillosa. “No esperaba que la voz de Lauri Volpi ,- escribe Rodolfo Celletti que de aquel evento en el Auditorium de Milano, ha dejado una narración viva y palpitante- conservase tanto metal, tanto vigor y frescura de timbre .Quise seguirla compás a compás, nota por nota, con una atención exasperada, casi como si se tratase de una mistificación, de un embaucamiento.
De tal modo, efectivamente, alguna nota baja un poco velada, y ciertos pasajes que sonaban demasiado abiertos, especialmente sobre la vocal “a”; en un par de portamentos descendentes la entonación patinó un poco; y el fiato fenomenal de otro tiempo se había acortado. Si se prolongaba demasiado al final la voz acusaba cierto trémolo. (…) Al día siguiente, seguí los 2 últimos actos de la ópera, Lauri Volpi hizo cosas prodigiosas, en parte evaporadas- pero por fortuna sólo en parte- en la grabación. La propuesta del “settimino” (cantado a tono; Tamagno con menos de 50 años lo bajaba medio tono) me pareció tan imperiosa, tan brillante, tan espontáneamente heroica , que rozaba la perfección. Con aquel timbre, con aquel slancio, con aquel squillo y aquella dicción engarzada en plata y acero , el personaje se volvía vivo y válido como en los tiempos más felices de la gran ópera.”(…)
Lo mismo debo decir de todo el acto IV: pocas veces había oido frasear a Lauri Volpi con tanta expansión de sentimiento, convicción de acento y riqueza de esfumaturas. (…)En un cierto punto explota en un Re Bemol agudísimo de una facilidad y de una nitidez indescriptible. Cuando un cantante rinde este servicio a un compositor es algo más que un gran tenor o una grande soprano, se convierte casi en creador.
Justo. Miramos la fecha , 1955, ¿dice algo el nombre de la Callas? A los 63 años Lauri Volpi, fulgurante intérprete del romanticismo tenoril, me señalaba , mediante la repropuesta de un texto entre los más clásicos de la época, la más auténtica y verdadera clave de lectura , dejándola, como suprema reliquia de un estilo y de una “forma mentis” (concepto) a los presuntos herederos. ¿Habrán sabido recoger el mensaje, hacerlo suyo y relanzarlo?
Tan ardua sentencia está escrita sobre el pentagrama: se escucha ( todavía) en nuestros oidos desencantados. Lauri Volpi hace tiempo que habita en la excitante leyenda; nosotros sin embargo en una mediocre realidad. " (
Giorgio Guallerzi)
ESCUCHAR FRAGMENTO ACTO IV